Un lugar de encuentro, abierto hasta el amanecer (y sin penar, que a vuestras edades...)

viernes, 28 de diciembre de 2007

Consejos navideños


Asistimos durante estas entrañables fechas a una serie de recomendaciones encadenadas, como si de anuncios publicitarios se tratara, por parte de esos distinguidos gobernantes que en todo momento velan por nuestro bienestar.
Parece que todo viene provocado por el cada vez más visible deterioro de la situación económica y esa, cada vez más afilada espada de Damocles, que pende sobre nuestras hipotecas: el EURIBOR. No sé a que viene tanto revuelo, si tenemos ángeles de la guarda que en todo momento nos vas a ir diciendo lo que tenemos que hacer. De momento bastará con menguarle la propina al del bar de la esquina, comer conejo más a menudo –si nos dejaran, ya verían- quitarse días de veraneo, apagar las luces viviendo a la de las velas, y ahora lo último que he oído, apretarse el cinturón. Esta última, la verdad es que nunca he sabido que sentido tiene, más allá de no poderme soltar a gusto con la madre que los parió a todos. Por cierto ¿se les ha olvidado aconsejarnos que nos demos de baja del satélite digital amigo o del ADSL? Ah perdón, no me acordaba, que luego se nos llena la boca con eso de pertenecer a la sociedad de la información y estar a la cabeza de la locomotora de Europa y todo eso.
Desde mi posición paleta y mente obtusa, se me ocurre que en lugar de andar pensando en como darnos la palmadita en la espalda, más nos hubiera valido que hubiesen ideado la fórmula para evitar la especulación inmobiliaria, por la que muchas familias van a dejar en herencia, el exceso de querer tener una vivienda digna. Ni siquiera se tenían que poner a pensar, que a estas alturas ya está todo inventando. Simplemente tenían que haberlo puesto en práctica, a costa eso sí, de las suculentas plusvalías que se han llevado sus primos constructores. No oigo ninguna recomendación para ellos, que ahora disfrutan de sus ganancias en playitabeach, rodeados de estupendas señoritas/os, que nadie se ofenda, que podían perfectamente ser su madre (y no me refiero por la edad, sino por su profesión). Claro, que tonto, que cinturón te vas a apretar si estás en bañador.
Y como no me da la gana callarme, también a ti te voy a dar una puntadita. Ya empiezo a estar hasta el gorro de que en tus mensajes navideños nos llames a la unidad de los demócratas. Vale, yo soy demócrata, ¿a quién me tengo que unir? Si a la parienta no le importara y la vecina estuviera de buen ver pues a lo mejor se lo proponía, pero va a ser que no. Y venga a repetir por la caja tonta que la unidad de los demócratas contra el terrorismo y bla, bla. Miré usted, eso se coge vuestra merced a los que ya sabe, les invita a un vino en su casa, que es la nuestra, y les pega un buen tirón de escroto, si tiene el suyo lleno de lo que debe tener. Pero no me eche la culpa a mí de la mierda esa, recuerde que es un mensaje navideño para todos los españoles, no para los políticos. Vaya la han cogido todos con hacernos responsables de los males a los ciudadanos de a pie. Que si contaminamos, que si gastamos mucho, que si no luchamos juntos contra el terrorismo, que si ahora nos matamos por ir en moto, etc.
Los ciudadanos seguiremos comprando 4x4, igual dieciséis, a no ser que los pongan a precio de adosado, apagaremos las luces cuando nos vayamos al bar a dejar propinas-pero las dejaremos encendidas cuando nos vayamos de vacaciones porque son tan inútiles que tenemos la urbanizaciones llenas de cacos (el problema es que las ciudades son grandes, dicen por ahí), iremos en metro o en bus cuando tardemos menos del doble que en el todoterreno, y si nos llega, pagaremos la subida de los impuestos locales, esa que anuncian con la boquita pequeña, para que hagan frente a los pelotazos de sus primos de playitabeach.
Y encima ahora les tendré que aguantar tres meses pidiéndome el voto. Tócate las narices. Porque soy del BUP y me educaron con ayuda de mis padres licenciados, que si no iban a ver lo que mandaba tocarse.

viernes, 21 de diciembre de 2007

PARA CAMBIAR DE TEMA

No puedo resistirme a colgar éste, ya viejo, en homenaje a mis colegas, entre tanto "educativo" suelto.
Son tiempos difíciles, hermano.

Este es todo un clásico que no podía dejar de poner por si alguien en su día no lo leyó. Está escrito tras asesinar ETA al Guardia Civil Antonio Molina Martín en Collado Villalba (Madrid) en Diciembre de 2002
“ EL PICOLETO ” Por ARTURO PEREZ-REVERTE 12 de Enero de 2003.
En la sierra de Madrid anochece gris, brumoso y sucio. Llevo todo el día dándole a la tecla y me apetece estirar las piernas, así que me enfundo la cazadora de piloto del Güero Dávila y salgo a dar un paseo. Cae una llovizna fría, y el agua en la cara me espabila un poco cuando bajo hasta el bar de Saturnino, que está junto a la carretera, en busca de un café. El camino pasa por la iglesia, en cuyo porche me entretengo un rato con don José, el párroco, que está allí con su eterna boina, como un centinela en su garita. ¿Qué te parece lo de ese pobre chico?, dice. Y me cuenta… Hace sólo unas horas, muy cerca de aquí, dos “heroicos gudaris” han asesinado a un joven Guardia Civil de Tráfico cuando éste se llevaba la mano a la visera de la teresiana para decir buenas tardes a un conductor detenido en el arcén de la autopista. Hablamos un rato del asunto, el páter me cuenta los detalles que ha oído en la radio, y luego me despido y sigo mi camino bajo la lluvia.
Cuando llego al bar, llueve a cántaros. Digo buenas tardes, me apoyo en la barra sacudiéndome como un perro mojado, y pido un cortado con leche fría. Saturnino, que es grande y tripón, deja la partida de mus y pasa al otro lado del mostrador mientras sus contertulios aguardan, pacientes. En la tele, sin sonido, hay un concurso idiota; y en la radio Rocío Jurado canta como una ola, tu amor llegó a mi vida, como una ola. Enciendo un cigarrillo. Junto a mí, en la barra, están cinco albañiles de las obras cercanas; son tipos duros, de manos rudas, manchados de cemento y yeso. Fuman y beben cubatas y carajillos de Magno mientras comentan lo del “picoleto” muerto, a su estilo: nada que ver con las tertulias políticamente correctas que uno escucha en la radio ni con los circunloquios del Pepé y el Pesoe. Por lo menos, comenta uno de ellos, un etarra se llevó lo suyo. Y lástima, añade el otro, que no le dieran un palmo más arriba, al hijoputa. En los sesos. Ése es el tono de la charla, así que tiendo la oreja. Otro cuenta cómo el segundo guardia, herido en el brazo derecho, aún tuvo el cuajo de seguir disparando con la izquierda. Y el del paraguas, añade otro. Ése que pasaba de paisano y corrió a ayudarlos con el paraguas de su mujer como arma. Compañerismo, opina un tercero. Y huevos, apunta otro. Sabe Dios cuántos guardias civiles han muerto ya con esto de ETA, dice alguien. La tira, confirman. Han muerto la tira. Y ahí siguen, los tíos. Aguantando mecha sin decir esta boca es mía. ¿Os acordáis de sus hijos muertos en las casas cuartel? Me quedo oyéndolos un rato mientras doy unos tientos al café infame de Saturnino. A veces son como son, comenta un albañil. Tarugos de piñón fijo. Pero hay que reconocer que siempre están donde tienen que estar. ¿No? Martínez, les dicen, ponte ahí hasta que te releven. Y Martínez no se mueve de ahí aunque se hunda el mundo o lo maten. Por ciento ochenta mil pelas al mes que cobran. Y sin sindicatos, que tiene guasa la cosa. Eso vale algo, dice otro. O mucho. La prueba es que la gente dice que tal, y que cual; pero cuando tienes un problema, ni Gobierno, ni Rey, ni leches. De los únicos que de verdad te fías en España es de la Guardia Civil.
Los cinco siguen un rato comentando el asunto. Y en ésas, como si estuviera preparado, se para afuera un coche verde blanco con pirulos azules. Por la ventana veo como salen dos guardias; otro empuja la puerta y entra. Es un guardia joven y alto. Tal vez se parece al que acaban de matar. Hasta es posible que pertenezca al mismo Puesto de Villalba, o al vecino de Galapagar. El guardia dice buenas tardes, se quita la teresiana y viene hasta la barra. Un café, por favor, le pide a Saturnino. Solo. Al entrar se ha hecho un silencio. Los albañiles lo miran y hasta los del mus se olvidan de los duples y del órdago. Cuando tiene delante el café, el picoleto saca del bolsillo dos aspirinas, y se las traga con unos sorbos. Qué le debo, pregunta, echándose la mano bolsillo. Saturnino va a abrir la boca, cuando del grupo de los albañiles le hacen un gesto negativo. Está invitado, rectifica Saturnino. Por los caballeros. El guardia se vuelve hacia el grupo y mira un instante sus monos y ropas manchadas. Sus caretos masculinos y honrados, solemnes, sin afeitar, fatigados de todo el día en el tajo. Los cinco lo observan muy serios. Gracias, dice. Algún albañil inclina un poco la cabeza. Nadie sonríe ni dice una palabra. El picoleto se pone la teresiana y se va.
Y yo me digo: me han ganado por la mano estos cabrones. Tenía que habérseme ocurrido. Ese café habría debido pagarlo yo.

jueves, 20 de diciembre de 2007

Feliz Navidad

Os dejo con este clásico, interpretado por Sinatra y la Streisand, mientras disfrutáis con la lectura del blog.
Mis mejores deseos para todos en los años que vienen.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

El enemigo en casa

Os voy a relatar una anécdota que me ha sucedido esta misma tarde en una tienda de móviles. Hace cosa de un mes, fui a la tienda a renovar el móvil y me dieron uno gratis que tiene prácticamente de todo lo que a un móvil se le puede pedir (cámara, bluetooth, mp3, etc.). El caso es que hoy he ido a reclamar una promoción que había, y que no me dijeron en su día, por la cual al renovar el móvil además me regalaban una tarjeta con 18 euros. Al entrar en la tienda había delante de mí una madre con sus dos hijas de aproximadamente 10 y 12 años que querían cambiar de compañía y estaban eligiendo el móvil. A la de 10 años parece que le gustaba más el Nokia N70 (29 €) pero a la de 12 años le parecía más elegante el N73 (59 €), todo ello claro está, haciendo un contrato de permanencia de 18 meses y con un mínimo de nueve euros al mes.
A todo esto hay que decir, que la madre, de constitución fuerte, ropa poco elegante y vocabulario menos cuidado aún que su aspecto, daba toda la impresión de no pertenecer precisamente ni siquiera a la clase mileurista (igual su marido es constructor y recientemente ha pegado un pelotazo urbanístico, aunque las pintas la señora no daban a entender tal situación).
Tras cinco minutos de elucubraciones sobre cuál era la mejor opción entre los dos teléfonos, obviamente la decisión se inclinó por el de 59 euros, cosa que tanto vosotros como yo ya sabíamos desde un principio que iba a suceder (ya podían haber preguntado antes y buena gana de hacer esperar a la gente). La niña en ese momento pareció inflarse como un globo aerostático (de por sí, físicamente no podía negar sus raíces maternas), el plumas parecía que le iba a estallar y la sonrisa de satisfacción contrastaba claramente con mi cara de humillación. Yo que iba a la tienda a llorar por 18 euros de mierda y la niña gorda y asquerosa que se salía con un teléfono de al menos 300 € en el mercado de teléfonos libres. Me pregunto yo para qué querrá una niña de 12 años un teléfono que sirve como PDA e incluso como navegador GPS.
El contrato que hizo, y aquí la madre demostró que no hace falta tener estudios para saber lo que es un SMS, es uno en el que las llamadas salen caras, pero los primeros 500 mensajes al mes salen muy baratos. A todo esto la niña andaba intrigada sobre cuanta memoria traía el teléfono para poder meter sus MP3 (parece ser que de momento con los 512 Mb que vienen de serie tiene suficiente) y que ocurría si se pasaba del cupo de mensajes a bajo precio (500 al mes).
Pasados 15 minutos yo ya tenía, en mente, todo preparado para soltarle un guantazo a la niña, dos a la madre y salir corriendo de la tienda antes de que me trincaran. Lo remedió que la otra dependienta había terminado con un marroquí que se llevó dos teléfonos, uno de ellos tenía que tener bluetooth e infrarrojos...??? y el otro, el más barato de la tienda, (no dijo para quien era pero todos nos lo imaginamos) . ¡Vaya fiebre con los móviles!
Sé que me atrevo a hacer estos comentarios porque aún me hallo en la privilegiada situación de no tener que educar a lechones propios, pero no me podéis negar que, aunque habitual, estas situaciones de educación consumista (para la ciudadanía lo llaman ahora) que inundan a las nuevas generaciones allá por donde miremos, no pueden traer nada bueno.Además hay que tener en cuenta las fechas en las que estamos. Ni Papa Noel, ni Reyes ni leches. La cría elige su móvil y se lo lleva puesto. Sin olvidar que a día de hoy aún no se han dado las notas en los institutos, vana esperanza que siempre nos consuela a los docentes. Eso sí, la engatusadora niña, mientras la dependienta le pertrechaba el móvil, le dio un sincero besito a la madre por lo bien que se había portado. Que les aproveche, a una el móvil y a la otra el muerdo.

NO PUEDO RESISTIR

De Arturo Pérez Reverte:

PERMITIDME TUTEAROS, IMBECILES Cuadrilla de golfos apandadores, unos y otros. Refraneros casticistas analfabetos de la derecha. Demagogos iletrados de la izquierda. Presidente de este Gobierno. Ex presidente del otro. Jefe de la patética oposición. Secretarios generales de partidos nacionales o de partidos autonómicos. Ministros y ex ministros –aquí matizaré ministros y ministras– de Educación y Cultura. Consejeros varios. Etcétera.
No quiero que acabe el mes sin mentaros –el tuteo es deliberado– a la madre. Y me refiero a la madre de todos cuantos habéis tenido en vuestras manos infames la enseñanza pública en los últimos veinte o treinta años. De cuantos hacéis posible que este autocomplaciente país de mierda sea un país de más mierda todavía. De vosotros, torpes irresponsables, que extirpasteis de las aulas el latín, el griego, la Historia, la Literatura, la Geografía, el análisis inteligente, la capacidad de leer y por tanto de comprender el mundo, ciencias incluidas. De quienes, por incompetencia y desvergüenza, sois culpables de que España figure entre los países más incultos de Europa, nuestros jóvenes carezcan de comprensión lectora, los colegios privados se distancien cada vez más de los públicos en calidad de enseñanza, y los alumnos estén por debajo de la media en todas las materias evaluadas. Pero lo peor no es eso. Lo que me hace hervir la sangre es vuestra arrogante impunidad, vuestra ausencia de autocrítica y vuestra cateta contumacia. Aquí, como de costumbre, nadie asume la culpa de nada. Hace menos de un mes, al publicarse los desoladores datos del informe Pisa 2006, a los meapilas del Pepé les faltó tiempo para echar la culpa de todo a la Logse de Maravall y Solana –que, es cierto, deberían ser ahorcados tras un juicio de Nuremberg cultural–, pasando por alto que durante dos legislaturas, o sea, ocho años de posterior gobierno, el amigo Ansar y sus secuaces se estuvieron tocando literalmente la flor en materia de Educación, destrozando la enseñanza pública en beneficio de la privada y permitiendo, a cambio de pasteleo electoral, que cada cacique de pueblo hiciera su negocio en diecisiete sistemas educativos distintos, ajenos unos a otros, con efectos devastadores en el País Vasco y Cataluña. Y en cuanto al Pesoe que ahora nos conduce a la Arcadia feliz, ahí están las reacciones oficiales, con una consejera de Educación de la Junta de Andalucía, por ejemplo, que tras veinte años de gobierno ininterrumpido en su feudo, donde la cultura roza el subdesarrollo, tiene la desfachatez de cargarle el muerto al «retraso histórico». O una ministra de Educación, la señora Cabrera, capaz de afirmar impávida que los datos están fuera de contexto, que los alumnos españoles funcionan de maravilla, que «el sistema educativo español no sólo lo hace bien, sino que lo hace muy bien» y que éste no ha fracasado porque «es capaz de responder a los retos que tiene la sociedad», entre ellos el de que «los jóvenes tienen su propio lenguaje: el chat y el sms». Con dos cojones.
Pero lo mejor ha sido lo tuyo, presidente –recuérdame que te lo comente la próxima vez que vayas a hacerte una foto a la Real Academia Española–. Deslumbrante, lo juro, eso de que «lo que más determina la educación de cada generación es la educación de sus padres», aunque tampoco estuvo mal lo de «hemos tenido muchas generaciones en España con un bajo rendimiento educativo, fruto del país que tenemos». Dicho de otro modo, lumbrera: que después de dos mil años de Hispania grecorromana, de Quintiliano a Miguel Delibes pasando por Cervantes, Quevedo, Galdós, Clarín o Machado, la gente buena, la culta, la preparada, la que por fin va a sacar a España del hoyo, vendrá en los próximos años, al fin, gracias a futuros padres felizmente formados por tus ministros y ministras, tus Loes, tus educaciones para la ciudadanía, tu género y génera, tus pedagogos cantamañanas, tu falta de autoridad en las aulas, tu igualitarismo escolar en la mediocridad y falta de incentivo al esfuerzo, tus universitarios apáticos y tus alumnos de cuatro suspensos y tira p’alante. Pues la culpa de que ahora la cosa ande chunga, la causa de tanto disparate, descoordinación, confusión y agrafía, no la tenéis los políticos culturalmente planos. Niet. La tiene el bajo rendimiento educativo de Ortega y Gasset, Unamuno, Cajal, Menéndez Pidal, Manuel Seco, Julián Marías o Gregorio Salvador, o el de la gente que estudió bajo el franquismo: Juan Marsé, Muñoz Molina, Carmen Iglesias, José Manuel Sánchez Ron, Ignacio Bosque, Margarita Salas, Luis Mateo Díez, Álvaro Pombo, Francisco Rico y algunos otros analfabetos, padres o no, entre los que generacionalmente me incluyo. Qué miedo me dais algunos, rediós. En serio.
Cuánto más peligro tiene un imbécil que un malvado. El Semanal 23 de diciembre de 2007

viernes, 14 de diciembre de 2007

UN NUEVO FRACASO?

Estamos ante un nuevo fracaso de un intento de utilizar las nuevas tecnologías para acercarnos (me refiero a este blog)?
Estamos muy mayores para todo esto, o solamente somos vagos, muy vagos?